Una primera impresión es algo imposible de olvidar. La imagen que una persona proyecta en un primer encuentro es el punto inicial de toda relación, ésta se basa enteramente en la forma de vestir, actuar, hablar y comportarse de alguien. De hecho, la creación de esta primera impresión toma tan solo entre 5 y 30 segundos; ciertamente conforme se conoce a alguien ésta se expande, enriquece o incluso podría llegar a corregirse. Pero si hay algo cierto es que no hay una segunda oportunidad para crear una primera impresión.
La imagen es percepción, y la percepción inicia a través de los sentidos; la vista, el oído, el olfato, el tacto, y el sabor. Es justamente a través de ellos que una persona hace un juicio crítico de otra —muy probablemente basado en prejuicios, memoria y experiencias pasadas—, y es así que esa percepción inicial de alguien se convierte en una idea y en la realidad, al menos momentánea, de su personalidad.
Es casi imposible definir la imagen perfecto, porque justamente varía entre cada persona. Lo que sí se puede definir es qué compone una buena imagen, y eso es la coherencia. Esto es, que exista una relación clara entre los objetivos de una persona, sus ideas, sus necesidades y lo que ésta proyecta; así como sus características esenciales.
En este sentido, los principios de imagen pública han definido 7 estilos básicos de la imagen personal: tradicional, elegante, romántica, seductiva, creativa y dramática. Es importante tener en cuenta que ninguna persona es únicamente uno de estos estilos, sino que puede tener alguno predominante haciendo mezcla con otro u otros.
Para ejemplificar dos de estos estilos y sus características principales analizaremos a los distintos personajes de Marcello Mastroianni en las películas de Federico Fellini; y es que, a pesar de aparecer en distintos filmes, la imagen que Marcello personifica es justamente una muy coherente entre las distintas películas.
También es importante aclarar que estos estilos y principios aplican para todas las personas, un personaje cinematográfico es una creación ficcional que nace en la cabeza de los y las guionistas, y se termina por hacer real a través del trabajo de los actores y actrices, así como de la dirección actoral de las directoras y directores.
Marcello, por sus características físicas, ejemplifica una combinación del estilo tradicional con el elegante; predominando el primero de estos.
El estilo tradicional se caracteriza por por transmitir una imagen conservativa, leal, responsable y confiable. Normalmente se asocia con una persona honesta, organizada y eficiente. Sus principales fortalezas son la fuerza, la credibilidad, la madurez, la seriedad y su capacidad de trabajo. Todas ellas características de los distintos personajes que Marcello Mastroianni actúa en películas como 8½ (Federico Fellini, ), La dolce vita (Federico Fellini, ), o La ciudad de las mujeres (Federico Fellini, ).
De igual manera, el estilo elegante se caracteriza por transmitir una imagen de estatus alto, refinamiento, éxito, confianza propia, cultura y autoridad. Sus principales fortalezas son la distinción, el prestigio, la clase alta, y una imagen que inspira a admirarla e imitarla. Todas éstas, características muy fuertes que complementan las del estilo tradicional; y es que el puro estilo tradicional tiene el riesgo de caer en lo anticuado. Mientras que el puro estilo elegante, tiene el riesgo de caer en lo ostentoso.
Sin duda, los personajes que Marcello Mastroianni representa en las películas de Federico Fellini son siempre los de alguien maduro, con experiencia y principios claros de la responsabilidad y el trabajo; así como una elegancia favorecida por el guardarropa que siempre usa el personaje —trajes a la medida y smokings— y una actitud si bien algo engreída, siempre abierta al diálogo.
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